El Palacio del Congreso de los Diputados es una de las principales muestras del neoclasicismo español del siglo XIX. En él se encuentran claros ejemplos del gusto por las formas y estilos clásicos de Grecia y Roma… como son estas dos estatuas que adornan los laterales de una de las escaleras que une la Galería del Orden del Día con la primera planta del Palacio.
Las esculturas, que bien pueden representar al griego Demóstenes y al romano Cicerón, ambos destacados oradores y políticos, se sitúan en unas escaleras de ‘ida y vuelta’ simétricas a las que se ubican en el otro lateral de la Galería y de las que sólo se diferencian por estos dos jarrones también decorados con motivos acordes al estilo neoclásico del Palacio.
Los paramentos de ambos espacios están decorados con ricos estucos marmóreos que imitan diferentes jaspes como el Verted White, el Napoleon Rose o el Cray Breccia. Con el paso de los años se han deteriorado y por ello, han sido objeto de un proceso de restauración integral para solventar una serie de problemas, así como para recuperar el aspecto original en aquellos lugares donde había sido alterado Los principales problemas que se presentaban en ambas escaleras eran la suciedad de los paramentos, grietas y abolsamientos en determinadas estucos, huellas de acciones humanas como las puertas, ahora en desuso, o instalaciones eléctricas y antiguas restauraciones y repintes que debían eliminarse. Las esculturas y jarrones, y las peanas sobre las que descansan, también fueron objeto de un proceso de restauración detallado para recuperar su aspecto original, en un proceso que se inició con la fase de documentación y estudio “Hay una fase histórica de documentación muy importante».
Se ve quién es el autor, la epòca, los materiales que usó ,también si hay algún documento en el archivo sobre pagos de cantidades y luego hay otra fase de estudios de materiales . A través de análisis se observan los aglutinantes, los tipos de pigmentos ,es una parte muy técnica en la que se examinan los materiales y después, sobre todo, se empieza a preguntar al muro y el muro te va dando respuestas . En las esculturas concretamente encontramos cinco capas de pintura y estamos seguros de que la decoración que hemos dejado es la misma con la que se concibió, en tonos terracotas sobre esa, hubo pinturas al óleo, pátinas…
Antes de iniciar los trabajos de restauración, las alfombras que recubren las escaleras fueron retiradas, empaquetadas y almacenadas para que no sufrieran ningún daño . Finalizados estos trabajos previos, las dos esculturas, los dos jarrones y las cuatro peanas que los soportan fueron trasladados al taller, donde se procedió a un detallado proceso de restauración para recuperar su aspecto originario .Estos elementos decorativos, hechos en yeso, se ubicaban ya en el Palacio del Congreso cuando fue inaugurado el 31 de octubre de 1850.
El estudio de las esculturas reveló cinco capas de pintura Evidentemente, la que se encontraba más abajo era la original, y sobre ella otras se habían aplicado a lo largo del tiempo, sin tener en cuenta ningún criterio de conservación Las catas se realizaron con productos químicos para levantar las capas superficiales sin dañar el conjunto Una vez descubierta la pintura original se procedió a la limpieza de todo el elemento y la eliminación de las capas posteriores Tras la aplicación de los productos disolventes, había que esperar a que actuara para luego retirarlo
Estas capas de pintura que habían recibido tantos las esculturas como los jarrones a lo largo de sus más de 150 años de historia, fueron limpiadas en un proceso laborioso y totalmente manual. Con la eliminación se consiguió recuperar el aspecto original de estos elementos decorativos, así como sus primigenias formas que en algunos casos habían quedado diluidas bajo tantas capas de pintura .
Mientras se trabajaba en el taller, en el Palacio se operaban las fases de limpieza, eliminación de elementos posteriores y restauración de las principales grietas ,de forma manual se procedió a limpiar la suciedad que recubría los estucos que decoran paredes y suelos de ambas escaleras, al tiempo que los elementos más deteriorados o que no eran originales fueron retirados con cuidado «La suciedad era general, mucha polución de humos, ya que en el edificio se podía fumar hasta hace poco tiempo, y se ha impregnado porque el estuco mármol es una escayola y es muy poroso.
Por ello absorbe todo tipos de suciedades como polución o polvo; limpiada ya la suciedad de los estucos, se restauraron las grietas que con el paso del tiempo se habían producido en algunas de las grandes placas que decoran los paramentos ,el proceso consistió en el vaciado de las zonas agrietadas, su relleno con resinas acrílicas y colas naturales y el estucado para dejar el material como estaba originariamente. Estas grandes placas fueron restauradas in situ, mientras que para aquellas zonas estucadas que se encontraban más deterioradas o simplemente habían sido sustituidas en el pasado, se procedió a la fabricación artesanal de placas de estuco nuevas en el taller.
En el taller, los profesionales se encargaron de convertir el yeso en estuco mármol. El estuco es una técnica decorativa de imitación de mármoles que ya se usaba en Roma y Pompeya en el siglo primero antes de Cristo. Durante el Renacimiento y el Barroco también fue utilizada en lugares donde el trabajo con mármol presentaba más dificultad, algunos trabajo llegaron incluso a superar en belleza y variedad al material original, la técnica se retoma en Europa para disminuir el coste de trabajar con jaspes originales traídos de tierras lejanas . La fabricación artesanal de los estucos era barata, ya que la mano de obra en esas épocas no suponía un gran coste.
No obstante, se llegó a tal perfección en esta técnica que un buen trabajo de mármol artificial podía incluso resultar más caro que uno auténtico; El Palacio del Congreso de los Diputados contiene numerosos ejemplos de estuco mármol en sus principales estancias, y la conservación y recuperación de los mismos es uno de los principales objetivos de los procesos de restauración que se llevan a cabo en el edificio . Cuando los estucos están muy deteriorados o se han perdido, se procede a su sustitución por nuevas placas fabricadas mediante modos artesanales que siguen los mismos pasos y usos tradicionales de esta técnica decorativa.
Durante diversas fases, los profesionales crean la masa coloreada con pigmentos hasta conseguir las mismas tonalidades de los originales y luego se procede a la elaboración de las placas donde se pueden observar las imitaciones a las vetas del mármol, estas placas se dejan secar y una vez ajustadas a las dimensiones requeridas se lleva a cabo el proceso de estucado en sí, mediante el relleno de las porosidades y el lijado. Es una fase que se repite varias veces, el resultado final posee el tacto y la vistosidad del mármol original. Hechas las placas, el siguiente paso es transportarlas al Palacio y colocarlas en su sitio. La mayoría de las placas fabricadas sustituyen elementos que habían desaparecido, imitando los estucos de su entorno ,caso aparte fue el de los suelos de los laterales de las escaleras.
Estos habían desaparecido, y habían sido sustituidos en el pasado por otros realizados con losetas de mármol, pero uno de ellos aún conservada parte del primitivo, donde se observaba el dibujo y los colores originales . Partiendo de este modelo se elaboraron suelos nuevos en estuco para conservar el aspecto original de los elementos del Palacio, al mismo tiempo se hicieron catas también en los bajos de la escalera, pero no apareció nada, un marrón que no era color sino una preparación, en su día si no era blanco, dudamos mucho que fuera marrón, porque es muy oscuro y usarlo aquí debajo de la escalera quitaría mucha luz.
En la barandilla también se hicieron catas en algún balaustre para ver el color original y descubrimos que la decoración era la original, no se había repintado nunca, porque debajo ya aparecía el minio que es la base que le dieron al hierro . Los escalones de madera de la escalera también fueron objeto de restauración; en el caso de la madera se procedió a su lijado para eliminar capas de productos anteriores y para mejorar la fijación de la nueva capa de barniz que se le aplicó para recuperar el brillo . Los últimos pasos de la obra de restauración consistieron en los retoques con pintura de las placas de estuco para mejorar su integración en el conjunto de la escalera, y en la pulimentación para mejorar el brillo que caracteriza esta imitación del mármol .
Terminados todos los trabajos tanto en el Palacio como en el taller, las esculturas y peanas fueron conducidas de nuevo a su lugar.
Las peanas, que imitaban los jaspes de los paramentos, también fueron restauradas y reforzadas para aguantar el peso de las esculturas, las esculturas, que ya habían recobrado su color originario, volvieron a ocupar en su sitio, flanqueando esta escalera, como llevaban haciendo desde hace más de 150 años. Empezamos nuestras intervenciones de restauración en 1994. Comenzamos con los escritorios, en aquel entonces la idea era recuperar las decoraciones originales del palacio, por ejemplo encima de los oros había purpurina, los estucos estaban restaurados con pinturas al óleo, las pinturas murales estaban muy rehechas .
Ha sido todo un proceso de recuperación de lo que significaba el palacio cuando se inauguró en la época de Isabel II. Los trabajos de restauración de las escaleras del Palacio se enmarcan en un proceso general de restauración y conservación en el que se encuentra el Congreso de los Diputados desde hace más de veinte años, y en el que se han desarrollado numerosos trabajos en los principales salones del edificio.
Unos trabajos que intentan sobre todo recuperar el aspecto original del edificio, respetando siempre la necesidad de aunar las dos particularidades del Palacio, como sede de la institución parlamentaria y como edificio singular con un rico patrimonio artístico.